10 de abril de 2012

Produciendo nuestros propios alimentos


Nos llegó esta información y queremos compartirla con Ustedes: Un taller para producir nuestra propia comida!



CHARLA Y TALLER: 
PRODUCIR NUESTRO PROPIO ALIMENTO 
(21 de abril – de 3 a 6 pm)



Primer taller vivencial que llevamos a acabo, donde buscamos aprender en colectivo a producir, elaborar y conservar nuestro alimento. Queremos tambien invitarte a formar parte del segundo grupo que comenzará en junio. Honrar a nuestra Madre Tierra y a nuestros ancestros también pasa por aprender su estilo de vida. 


En la urbe el conocimiento acerca de cómo generar,conservar y elaborar nuestro propio alimento se lo hemos dejado a otros, vamos a recuperar esa memoria perdida.



Facilitadora de la charla y coordinadora de los talleres: Beatriz M. Lara C.
Lugar: Av. Cuyuni, Colinas de Bello Monte, Caracas
Fecha y hora: sábado 21 de abril del 2012 (3 a 6 pm)
Costo charla: 150 Bs.

Facilitador de los talleres: Jacinto Silva
Viene de la Finca Tukurawa, un nuevo amanecer – Nirgua
Una comunidad en creación, para el encuentro y el crecimiento colectivo

Duración del taller II: 2 meses de trabajo, con un encuentro sabatino al mes, de 9 am. a 6 pm. (junio y julio) y actividades de seguimiento (tareas con turnos a convenir - una vez al mes, por algunas horas).

Programa sabatino del taller:
Conformación del equipo de trabajo
Práctica de todas las etapas necesarias para lograr un huerto familiar
Cocina colectiva (aprendizaje de preparación y conservación de alimentos)
Planificación y asignación de las próximas tareas
Circulo para compartir y cierre: cada experiencia será una oportunidad de aprendizaje integral. Generar y mantener un huerto nos compromete también a un crecimiento que vamos a tener en colectivo, apoyados por Jacinto.

Costo del taller: 500 Bs f al mes (incluye almuerzo y materiales).
Herramientas de trabajo: Traer escardilla, pico, rastrillo, chicura, machete, palita y tijeras de jardin (opcional - para compartir – las que tengan).
Cupo máximo: 12 personas
Favor reservar con tiempo con el depósito y avisar a 0416-9059303 /0212-7534494/larabeatrizm@yahoo.com. Depósitos en Banesco, Cta. Corriente a nombre de Beatriz Lara # 01340375973751049361.

Ecología Política y Capitalismo Verde

 
El Doctorado de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar conjuntamente con el Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo, Acción Ecológica, la Fundación Rosa Luxemburgo 
 
Invitan al seminario: Ecología política y capitalismo verde: impactos en agricultura,  bosques, pueblos y comunidades
 
Frente a la crisis ambiental y climática - y el fracaso de las soluciones planteadas desde los gobiernos, las instituciones financieras internacionales y los mercados - el discurso hegemónico ha puesto en marcha un plan de reciclaje de sus viejas prácticas, para seguir con el modelo de producción y acumulación. Ahora ya no sólo los gobiernos, y las instituciones internacionales, sino también la academia, muchas ONG e incluso organizaciones sociales apuestan su futuro en la panacea de la llamada “Economía Verde”, como gran solución para los problemas socio-ambientales, locales y globales.
 
Sectores de las fuerzas sociales movilizadoras de la cuestión ambiental (que es siempre también social) y ecológica, así como su potencial para una transformación política, económica, social y civilizatoria, vienen siendo rápidamente cooptadas y acaparadas por el fenómeno del “Ambientalismo de Mercado”.
 
El discurso que aparece como sentido común viene acompañado de propuestas, actores, y propaganda, que dan una visión del mundo en la que la valoración económica, análisis de costo-beneficio, el pago de compensaciones y otros mecanismos de mercado – y con eso la mercantilización de toda la naturaleza – se convierte en la única manera de salvar el planeta. En este camino, hoy día la gran frontera de la acumulación es la creación de mercados internacionales de carbono, agua y biodiversidad, con un rol cada vez mayor del sector financiero en la “comodificación”, especulación, y el aparataje en el cual se va a dar esta nueva etapa del capitalismo, un capitalismo “verde”.
 
No es posible un Capitalismo “Verde”, así como no es posible un tigre vegetariano.
 
El objetivo de este seminario curso es conocer los orígenes, presupuestos, estrategias y trampas del Capitalismo “Verde”, su aplicación en la agricultura, en los territorios y bosques de los pueblos indígenas y comunidades locales.

Mujeres Y Semillas Para La Resistencia

Mujeres Y Semillas Para La Resistencia





Por Gabriela De Cicco
En 2001, las mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) se reunieron en México en su II Asamblea Continental de las Mujeres del Campo:  “Mujeres del campo, cultivando un milenio de vida, justicia e igualdad”. Tras el encuentro presentaron ante el III Congreso de la Cloc y de La Vía Campesina la idea de realizar una campaña mundial en defensa de las semillas nativas y criollas. En 2002, durante el Foro realizado en paralelo de la Cumbre Mundial de la Alimentación, Vía Campesina y Amigos de la Tierra Internacional junto a otras organizaciones deciden lanzar la campaña mundial, cuyo primer nombre fue: “Las semillas patrimonio común de la humanidad”.(1)

La Campaña está basada en las múltiples formas del conocimiento indígena y campesino acerca de las semillas, la agricultura y la biodiversidad, y aquellas son válidas por sí mismas y no necesitan de ninguna validación externa, científica o de otra índole. Busca formas efectivas de involucrar y comprometer a la sociedad en su conjunto, llegando a involucrar y a requerir el aporte de técnicos y científicos cuando los procesos de erosión biológica y cultural lo hagan necesario. El liderazgo y la toma final de decisiones debe estar en manos de La Vía Campesina,  y en las organizaciones de campesinos/as, de indígenas y las comunidades. La Campaña forma parte de las luchas por defender, reforzar y/o recuperar la soberanía política, cultural, económica y alimentaria de los pueblos, y se da en el marco de una lucha más amplia contra el sistema capitalista y su fase neoliberal. Es por esto que forma parte de la búsqueda de proyectos populares alternativos, y está íntimamente ligada a la defensa de las tierra, los territorios y las culturas campesinas e indígenas.

La Campaña se realiza en cada país dependiendo sus realidades. Se lleva a cabo en Ferias de Biodiversidad, en mercados locales, de intercambio de semillas. (2)

AWID: ¿Por qué eligieron las semillas para la campaña?
Francisca Rodríguez (FR): Estábamos en México discutiendo sobre Soberanía Alimentaria (SA), y llegamos a la conclusión que nosotras hacíamos soberanía alimentaria en toda su dimensión y si bien la SA estaba en el discurso de los hombres, no la asumían plenamente. Nos dimos cuenta que la SA iba a estar en riesgo, porque aún cuando tuviéramos reforma agraria, si no defendíamos la semilla, la reforma iba a quedar al arbitrio de las empresas transnacionales de las semillas. No fue una de identidad emocional de corazón, fue una decisión política la de proponer la Campaña.

AWID: ¿Por qué el cambio del nombre de la Campaña?
FR:  En Río + 10, en Johannesburgo en 2002 (3), la compañía transnacional Monsanto estuvo de acuerdo con que las semillas fueran un patrimonio de la Humanidad, porque siendo así todos teníamos derecho sobre ellas, incluidos ellos. Eso nos dio un ataque! Nos cuestionamos nuestra estrategia, y fue en nuestro segundo encuentro en Caguazú, al sur de Paraguay, donde nosotras dijimos: “No , no son patrimonio de la humanidad, son patrimonio de nuestros pueblos indígenas y campesinos, de las mujeres que fuimos sus creadoras, y nosotras las hemos puesto al servicio de la humanidad”.
En la semilla está la llave que abre la soberanía alimentaria. Ahí comienza todo, por lo tanto no puede haber soberanía alimentaria si no hay semilla. No puede haber reforma agraria, si no hay semillas. No podemos ser pueblos soberanos si no tenemos nuestras propias semillas. Porque perdimos todo y estamos a lo que la industria de la alimentación –que se apoderó de nuestras semillas– te quiera ofrecer, vender y así determina tu forma de alimentarte, y  está determinando también tu forma de vida.

AWID: ¿Cómo se involucran las mujeres en la campaña?
FR: Con un convencimiento muy grande. Nosotras decimos que la Campaña es mágica, porque no solamente nos convoca, sino que nos devuelve visibilidad, nos eleva el autoestima, nos sentimos mujeres a las que por fin se reconoce que tenemos saberes, y recuperamos en alguna medida, en la conciencia de la gente, que nosotras fuimos las primeras agricultoras, las descubridoras de las semillas, y hemos seguido cuidándolas por siglos, reproduciéndolas. La Campaña nos  empodera. Ya no somos las simples dueñas de casa, somos las que mantenemos la huerta, cuidamos la semilla, reproducimos la semilla y reproducimos la vida.

AWID: ¿Cómo contribuye la Campaña a los derechos económicos de las mujeres?
FR: Ha sido una batalla para que se reconozcan, y hoy son mucho más visibles. La propia existencia y sobrevivencia del mundo campesino hoy día tiene fuerza de mujer, porque una buena parte de los hogares rurales está sostenido por el trabajo y  por el ejercicio de agricultura de las mujeres. Junto a la Campaña va de la mano la recuperación y el compartir los conocimientos frente a la agroecología, pero no como una moda, sino como un sistema indígena y campesino propios de producción.

AWID: ¿Por qué no están de acuerdo con el concepto de seguridad alimentaria?
FR: Estamos contra porque la concepción de la Seguridad alimentaria, tanto de la FAO como de los gobiernos, está dada por la capacidad que tengan los pueblos de adquirir alimentos, y no por la necesidad que tengan los pueblos de producir alimentos y su capacidad de establecer relaciones solidarias, horizontales entre los pueblos para garantizar el tan fundamental derecho a la alimentación.
Nosotras queremos que el acceso a una alimentación sana, adecuada culturalmente, producida desde las y los campesinos esté al alcance de todos. La alimentación es un derecho, no un negocio. Y por lo tanto nuestra demanda es para que los gobiernos inviertan. Ahí es donde nosotras necesitamos tener los recursos a disposición, porque es una obligación, un deber el garantizar la alimentación de los pueblos.

Hoy en día las personas no tienen una clara conciencia de que lo que están comiendo y el acceso a la información es mucho menor para la mayoría de la gente de los sectores populares. Es por eso que vamos a defender la agroecología, para que no se convierta en un negocio más. La agricultura urbana está situada en un sector medio, elitista, que tiene la posibilidad de pagar un precio mayor por su salud. Nosotras queremos acercar nuestra producción a la gente en los mercados locales, acercando el producto del campo a la ciudad, terminando con la cadena de intermediarios. Que la gente sepa, por ejemplo, de dónde vienen sus vegetales, quién y en qué condiciones fueron producidos. En la medida que la gente de la ciudad comprenda esto, la agricultura campesina se habrá salvado. La Reforma Agraria no es un proceso social, que es un proceso de vida, que cuida el derecho a la alimentación de los pueblos.

AWID: ¿Podrías darnos algún ejemplo de una acción específica que hizo retroceder a alguna de las transnacionales?
FR: En Chile no puede haber producción transgénica para los alimentos, pero aquí los transgénicos circulan por todas partes. Nosotras pedimos que nos informaran dónde estaban los semilleros transgénicos pero Monsanto dijo que no podía decir dónde estaban porque aquí había una organización vandálica, que era una parte de la Vía campesina, y que esa era ANAMURI, y que poníamos en riesgo ‘todo el desarrollo que estaba haciendo la humanidad’.
Cuando el Tribunal dictaminó a nuestro favor, y nos tenían que decir la localización de los semilleros, Monsanto apeló, pero después de esto nuestra campaña contra el Convenio Upov 91 (4) , fue tan fuerte que Monsanto retiró la demanda contra nosotras.  En Paraguay las mujeres junto al Departamento de Agricultura y Vegetal, fueron juntos arrancando los plantías clandestinos de transgénicos.

Que en la Constitución de Venezuela, de Ecuador, Bolivia, esté consagrada la Soberanía alimentaria como un derecho y el resguardo a nuestras semillas es un avance. Que en Uruguay, Paraguay, Nicaragua tengan ley de soberanía y Seguridad alimentaria, donde incluyen el tema de la semilla, es un avance!
El concepto de soberanía alimentaria, la preocupación por la semilla, ya no es un problema sólo de los campesinos, está en la preocupación de los ambientalistas, de los ecologistas, está siendo conciencia en los sectores populares, y va a estar en la discusión de Río + 20, está en los Foros internacionales.

AWID: ¿Cuáles son los retos futuros?
FR: Hoy día necesitamos tierra y semillas, porque el mercado se apoderó de las semillas. Nuestra campaña por multiplicar semillas es urgente. No necesitamos una huerta, necesitamos campos. Estamos dispuestos/as a correr riesgos, a transgredir las leyes que re criminalizan la producción de las semillas campesinas. Esto significa resistir a las políticas agrícolas de los gobiernos para construir soberanía en nuestros campos. La soberanía alimentaria va más allá de solamente conservar la semilla o de garantizar la alimentación, son nuestros derechos los que están en juego, es la sobrevivencia del campesinado.
Es un trabajo arduo, de mucho compromiso, porque no es sólo recuperar la semilla, sino todo lo que está asociado a ella. Y esos son los valores: la espiritualidad, la solidaridad, la fraternidad entre nosotros, el compartir. Estos valores detrás de la Campaña hacen que tenga una gran acogida en la gente con la cual podemos relacionarnos, y porque somos una organización, somos mujeres muy demandadas para ir a hablar sobre todo esto. Y te digo que creo que en el fondo nos vamos comprometiendo y nos vamos apasionando. Vos me hablás de la semilla y yo me enciendo. Me hablás de las mujeres y también me enciendo. Porque creo que la semilla va unidad a nosotras, y nosotras unidas a las semillas. son semillas de libertad, son semillas de autonomía, son semillas de justicia y son semillas de dignidad, son semillas en resistencia, y nosotras somos mujeres en resistencia.

 * Perteneciente a ANAMURI (Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas) ya la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC)

** Campaña “Las Semillas, Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad. Este es el nombre con la que se la conoce en la actualidad, antes, como ya se ha mencionado, era la “Las semillas patrimonio común de la humanidad.
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fuente: http://www.awid.org
NOTAS:

1) Documento final, Reunión campaña semillas CLOC-V.C., Quito, 22 al 24 de julio de 2010 realizado por Francisca Ramírez. Gracias FR por proporcionarnos este texto.
2) En Chile hay escuela de curadoras de semillas. Son escuelas para no perder este conocimiento antiguo “La curadora es la persona que custodia, que guarda, la que protege la semilla”. En Ecuador hay mesas gigantescas de soberanía alimentaria, que se realizan en parques.
3) La Cumbre de la Tierra celebrada en 2002 del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002 en Johannesburgo.
4) Convenio UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales
Licencia del artículo: Creative Commons - Titular de la Licencia de artículo: AWID

1 de abril de 2012

La Agroecología puede duplicar la producción alimentaria en 10 años, según el nuevo informe de la ONU


GINEBRA – Los campesinos pueden duplicar la producción alimentaria en los próximos 10 años en regiones críticas mediante el uso de métodos ecológicos, según demuestra el último informe de la ONU. Dicho informe, basado en una exhaustiva revisión de la literatura científica más reciente, aboga por una transición fundamental hacia la agroecología como medio para incrementar la producción alimentaria y mejorar la situación de los más pobres.

“Para poder alimentar a nueve mil millones de personas en 2050 necesitamos urgentemente adoptar las técnicas agrícolas más eficientes conocidas hasta el momento. Los estudios científicos más recientes demuestran en este sentido que, allí donde reina el hambre, especialmente en las zonas más desfavorecidas, los métodos agroecológicos son mucho más eficaces a la hora de estimular la producción alimentaria que los fertilizantes químicos” afirma Olivier De Schutter, Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la  alimentación y autor del informe.

La agroecología consiste en aplicar la ecología al diseño de los sistemas agrícolas, de modo que se pueda poner así fin a las crisis alimentarias, se afronten los retos que presentan el hambre y el cambio climático, se mejore la productividad de la tierra y se protejan las cosechas contra las pestes gracias a un análisis del entorno natural y al estudio de árboles, plantas, animales e insectos beneficiosos.

“Hasta la fecha, los proyectos agroecológicos han mostrado un rendimiento medio de las cosechas del 80% en 57 países en desarrollo, lo que significa un aumento del 116% de media en todos los proyectos desarrollados en África” explica De Schutter. “Los proyectos más recientes llevados a cabo en 20 países africanos han demostrado que puede duplicarse el rendimiento de las cosechas en un período de 3 a 10 años.”

“La agricultura convencional acelera el cambio climático, no es resiliente a los choques climáticos y exige insumos que resultan caros. Simplemente ya no resulta la mejor opción en el contexto actual” advierte el Sr. De Schutter. “Un amplio sector de la comunidad científica reconoce ahora los efectos positivos de la agroecología en la producción alimentaria, en la reducción de la pobreza y en la mitigación del cambio climático, y esto es precisamente lo que se necesita en un mundo como el nuestro donde los recursos son limitados. Incluso Malawi, un país que puso en marcha hace unos años una extensa campaña de subvenciones de fertilizantes químicos, se ha pasado también a la agroecología. Esta nueva iniciativa beneficia ahora a más de 1,3 millones de personas en la más extrema pobreza y el rendimiento de las cosechas de maíz ha aumentado ya de 1 t/ha a 2-3 t/ha.”

El informe también destaca que los proyectos en Indonesia, Vietnam y Bangladesh han registrado una reducción de hasta el 92 % en el uso de insecticidas sobre el arroz, lo que supone un ahorro considerable para los campesinos más pobres. “El conocimiento ha sustituido a los pesticidas y fertilizantes. El éxito está asegurado y se pueden encontrar innumerables historias similares en otros países de África, Asia y América Latina” añade De Schutter.

“Este método también está ganando terreno en países desarrollados como Estados Unidos, Alemania o Francia” comenta el Relator, “sin embargo, la agroecología no cuenta con la suficiente ambición ni apoyo públicos, a pesar del impresionante potencial que representa en la realización plena del derecho a la alimentación, y por consecuencia, muy pocas veces supera el mero estadio experimental.”

Este informe identifica doce medidas que los Estados deben poner en práctica para extender las prácticas agroecológicas.

“La agroecología es un enfoque basado mayoritariamente en el conocimiento. Necesita políticas públicas que respalden la investigación en agricultura y los servicios de extensión participativos” afirma De Schutter. “Los Estados y los donantes desempeñan aquí un papel fundamental. Las empresas privadas no invertirán tiempo y dinero en prácticas que no puedan proteger con patentes y que no supongan una apertura de los mercados hacia nuevos productos químicos o semillas mejoradas.”

El Relator Especial sobre el derecho a la alimentación exhorta a los Estados a que apoyen a las organizaciones campesinas, las cuales han demostrado una gran habilidad a la hora de difundir las mejores prácticas agroecológicas entre sus miembros. “El fortalecimiento de las organizaciones sociales ha demostrado ser tan potente como la distribución de fertilizantes. Los pequeños campesinos y los científicos pueden crear prácticas verdaderamente innovadoras cuando trabajan codo con codo”, explica De Schutter.
“No resolveremos el hambre ni pararemos el cambio climático con la agricultura industrial de las grandes plantaciones. La solución reside en apoyar el conocimiento y la experimentación de los agricultores y campesinos y en el aumento de los ingresos de los pequeños propietarios para contribuir así también al desarrollo rural.”

“Si las principales partes implicadas respaldan las medidas identificadas en el presente informe, asistiremos a una duplicación de la producción alimentaria en los próximos 5 a 10 años en algunas regiones donde reina el hambre” afirma De Schutter. “El éxito o fracaso de esta transición dependerá de nuestra habilidad para integrar rápidamente las innovaciones más recientes. Tenemos que avanzar rápido si queremos evitar que se repitan los desastres climáticos y alimentarios en el siglo XXI.”

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El informe “La agroecología y el derecho a la alimentación” se ha presentado hoy ante el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. El documento está disponible en inglés, francés,

Olivier De Schutter fue nombrado Relator Especial en mayo de 2008 por el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU.